"La linea invisible"

"Me llamo Luis, tengo 33 años y llevo 5 encerrado por narcomenudeo. Nunca pensé terminar aquí. Empecé vendiendo porque en mi colonia era lo normal: todos mis amigos estaban metidos y yo necesitaba dinero rápido. Al inicio solo era ‘un par de bolsitas’, luego me pedían más y más. No me di cuenta cuándo crucé esa línea invisible entre la necesidad y la ambición.

Hoy estudio carpintería y trato de mantenerme lejos de todo lo que me metió aquí. No digo que sea fácil, pero al menos tengo claro que no quiero volver a las calles siendo el mismo. Quisiera que la gente allá afuera entienda que esto no es un juego. La cárcel no es como en las películas: es soledad, tiempo perdido y el peso de todas las decisiones que ya no puedes deshacer."