Caí en una estafa por email
Hace unas semanas recibí un correo que parecía completamente legítimo. Tenía el logo de una tienda en la que suelo comprar y el mensaje decía que habían registrado una solicitud de devolución a mi nombre. Adjuntaban un documento para ‘confirmar la transacción’. Como suelo hacer compras en esa tienda, no dudé y abrí el archivo. Todo parecía normal, pero mi computador empezó a ponerse lento y pensé que era un fallo cualquiera.
Al día siguiente, mi banco me notificó varios intentos de transferencia desde mi cuenta. Me asusté y llamé de inmediato. Resultó que el archivo que abrí tenía un malware que permitió a los delincuentes acceder a mi información financiera. Bloquearon mis tarjetas y tuve que cambiar todas mis contraseñas. Me sentí vulnerado y también culpable por no haber verificado el mensaje antes de abrirlo. Desde entonces reviso siempre la dirección del remitente y jamás descargo archivos que no espero.
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