Mi experiencia con cannabinoides sintéticos: entre la curiosidad y el peligro
Todo comenzó como una simple curiosidad. Había escuchado que los cannabinoides sintéticos, esos que venden como ‘Spice’ o ‘K2’, eran una alternativa legal al cannabis. Pensé que sería una experiencia similar, pero más accesible. La primera vez que los probé, sentí un efecto muy intenso, mucho más fuerte de lo que esperaba. Al principio, me sentí eufórico, pero pronto la ansiedad se apoderó de mí. Mi corazón latía muy rápido y empecé a tener pensamientos paranoicos. Fue aterrador porque sentía que perdía el control. Después supe que no era raro; mucha gente sufre reacciones similares. Lo peor fue que me costó trabajo dormir y me sentí muy mal al día siguiente, con dolores de cabeza y un malestar general. Ahora entiendo que no son juegos, son sustancias potentes y peligrosas. Afortunadamente, dejé de consumirlos, pero la experiencia me enseñó a ser más cuidadoso con lo que consumo y a informarme mejor antes de probar algo nuevo
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