17 de December del 2025

La noticia explora por qué actualmente sufrimos más ansiedad que en décadas anteriores, destacando el impacto del avance tecnológico y el uso intensivo de internet y redes sociales. La hiperconectividad ha transformado nuestra forma de relacionarnos, generando consecuencias como ciberacoso, lapsos de memoria y altos niveles de comparación social.

El artículo señala que el abuso de tecnología puede formar un ciclo peligroso: quienes ya sienten ansiedad tienden a usar más las redes como vía de escape, pero este uso descontrolado incrementa aún más los síntomas. También se destacan fenómenos preocupantes como el ciberacoso, el deterioro cognitivo conocido como brain rot y la exposición constante a vidas idealizadas que afectan la autoestima.

Otros factores que elevan la ansiedad son el FOMO (miedo a perderse algo), la sensación de quedar fuera de los planes (Being Out of the Loop) y la nomofobia, que describe la dependencia al móvil y su impacto en la vida académica y emocional.

Para reducir estos efectos, los especialistas recomiendan establecer horarios estrictos de uso del móvil, practicar la desconexión digital, meditar y trabajar activamente en cambiar los hábitos tecnológicos. En casos más complejos, buscar apoyo profesional puede ser clave para recuperar el bienestar.