19 de September del 2025
El aumento de casos de dismorfia muscular entre jóvenes preocupa a especialistas, quienes advierten sobre los riesgos físicos y emocionales asociados a la búsqueda compulsiva de un cuerpo musculoso y la influencia de las redes sociales. Cada vez más adolescentes están desarrollando una relación obsesiva con el ejercicio físico y la imagen corporal. La vigorexia, también conocida como dismorfia corporal, es un trastorno mental que se manifiesta a través de una preocupación constante por aumentar la masa muscular y una percepción distorsionada del propio cuerpo.
Este trastorno se caracteriza por una insatisfacción persistente con el propio aspecto, especialmente en relación con el tamaño y la definición muscular. Quienes la padecen suelen verse a sí mismos como débiles o pequeños, a pesar de tener un desarrollo muscular dentro de los parámetros normales o incluso por encima de la media.
Esta autoimagen distorsionada impulsa una necesidad compulsiva de entrenar, controlar la alimentación de forma estricta y, en casos más severos, recurrir a sustancias anabólicas con tal de modificar su físico.
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