22 de October del 2025
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El Krokodil, también conocido como droga caníbal, zombie, desomorfina o dihidrodesoximorfina, es un opioide sintetizado por primera vez por Lyndon Frederic en 1932.
Aunque es un análogo de la morfina, el Krokodil es más tóxico y tiene un poder analgésico aproximadamente diez veces más potente.
Se caracteriza por tener un bajo coste y facilidad de elaboración, lo que hace que sea atractivo para muchos consumidores, quienes incluso lo pueden preparar en sus hogares, combinando codeína con otras sustancias, aumentando aún más su toxicidad.
El consumo de esta droga está limitado en España en comparación con el gran número de consumidores que se encuentran en países como Ucrania o Rusia. Sin embargo, se ha observado un aumento progresivo de su consumo en países de la Unión Europea y América.
Origen de la droga Caníbal
Originalmente fue utilizado con propósitos médicos, como analgésico, antitusivo o sedante, sin embargo, fue retirado del mercado debido a su alto potencial adictivo, riesgo de depresión respiratoria y efectos secundarios peligrosos, siendo las lesiones graves en la piel uno de los más preocupantes.
Por esta razón, se llegó al apodo de «Krokodil», aunque también es conocida como “droga zombie” o “droga caníbal” por los impactantes efectos en el físico de las personas consumidoras.
¿Qué consecuencias tiene su consumo?
Esta droga se consume principalmente por vía intravenosa, aunque también se utiliza por vía oral. Independiente de su vía de administración, el Krokodil presenta efectos nocivos tanto a corto como a largo plazo, que llevan a los expertos a considerarla una de las drogas sintéticas más peligrosas y adictivas hasta la fecha.
Efectos a corto plazo del Krokodil
Los consumidores experimentan complicaciones graves en el tejido sanguíneo cerca del lugar de inyección, como úlceras, abscesos, tromboflebitis y hemorragias,
Infecciones en la piel que puede llevar a una descamación y aspereza notable.
Se pueden presentar daños neurológicos, incluyendo problemas en el habla, pérdida de memoria y concentración, que pueden manifestarse incluso antes de que aparezcan los primeros signos visibles de deterioro físico.
Efectos a largo plazo
El consumo continuado puede causar gangrena, infecciones graves en la piel y tejidos musculares, llegando incluso al hueso.
Osteonecrosis de la mandíbula y otras complicaciones
Periodontitis
Neumonías
Meningitis
Daño cerebral fatal, llevando a la muerte en menos de dos años a aquellos que consumen la droga de forma habitual.
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