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  • EL DESABASTECIMIENTO Y LA ESCASEZ DE MEDICAMENTOS

25 de July del 2025

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El desabastecimiento de medicamentos se ha convertido en un problema de salud pública creciente y recurrente a nivel mundial. Lejos de ser un fenómeno aislado, afecta de manera directa la disponibilidad de fármacos esenciales, con consecuencias críticas para pacientes, profesionales sanitarios, sistemas de salud y la sociedad en su conjunto. Antibióticos, medicamentos oncológicos, anestésicos y antiepilépticos son algunos de los más afectados, muchos de ellos sin alternativa terapéutica disponible.

Un problema agravado por la COVID-19

La pandemia de la COVID-19 exacerbó esta crisis. Durante este periodo, se observaron interrupciones en el suministro de fármacos esenciales y restricciones de uso ante el riesgo de agotamiento. El caso de la hidroxicloroquina, vital para enfermedades autoinmunes, es paradigmático: su empleo contra el coronavirus provocó escasez para quienes realmente la necesitaban.

Causas complejas y falta de transparencia

Las causas del desabastecimiento son múltiples y muchas veces poco transparentes. Fallos en la producción, problemas logísticos, errores en la planificación de la demanda y una excesiva dependencia de pocos fabricantes globales de principios activos, especialmente en China e India, están entre los motivos más frecuentes. A esto se suman estrategias comerciales cuestionables, como la retirada voluntaria de fármacos poco rentables, con el objetivo de presionar en negociaciones de precios o favorecer medicamentos más lucrativos.

Un ejemplo emblemático es el de Aspen, laboratorio que aumentó los precios de medicamentos oncológicos hasta en un 4.000% en España. Ante la negativa del gobierno a aceptar dichos precios, la compañía interrumpió la comercialización, provocando un desabastecimiento intencionado.

Impacto sobre pacientes y profesionales

El impacto en los pacientes es directo y devastador: ansiedad, empeoramiento de enfermedades, efectos secundarios de alternativas no óptimas, y un aumento en los gastos personales. El Sistema Nacional de Salud también se ve sobrecargado, con profesionales que deben invertir tiempo y recursos en encontrar soluciones alternativas.

El caso de la adrenalina autoinyectable, indispensable para reacciones alérgicas graves, es ilustrativo: su desabastecimiento desde 2017 ha generado serios riesgos, especialmente en población infantil, y ha obligado a médicos y familias a improvisar en situaciones críticas.

Europa y EE.UU.: respuestas institucionales

La Unión Europea ha desarrollado iniciativas para abordar esta problemática, como el grupo de trabajo de la EMA, el programa SPOC para la gestión de alertas y el fortalecimiento del reporte de incidentes. Sin embargo, la dependencia del exterior en la fabricación de principios activos (hasta un 80%) sigue siendo un punto débil estructural.

En EE.UU., la FDA publica informes anuales sobre desabastecimientos y sus causas, además de implementar estrategias para mitigar la escasez y mejorar la transparencia.

La respuesta en España: un esfuerzo aún insuficiente

En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha puesto en marcha el Plan de Garantías de Abastecimiento 2019-2022. Este plan busca prevenir, gestionar y comunicar los problemas de suministro, además de fomentar la producción de medicamentos esenciales. Sin embargo, los datos muestran un aumento persistente de notificaciones por desabastecimiento, que pasaron de 700 en 2015 a 1.650 en 2019.

Algunos medicamentos como Depakine®, Mysoline® o Epanutin® (antiepilépticos) han sufrido desabastecimientos continuados, con consecuencias graves para los pacientes. En muchos casos, las razones no han sido divulgadas, lo que dificulta una respuesta adecuada.

Recomendaciones urgentes

La campaña No Es Sano propone una serie de medidas urgentes a nivel nacional y europeo:

  • Aplicación efectiva del Plan de Garantías.

  • Mayor transparencia en las causas de los desabastecimientos.

  • Impulso a la producción pública de medicamentos esenciales.

  • Fortalecimiento de la fabricación local en Europa.

  • Revisión del modelo de patentes y estrategias contra monopolios farmacéuticos.

  • Sanciones para las compañías que incumplen sus compromisos de suministro.

Un desafío global que exige soluciones estructurales

La escasez de medicamentos no es un problema coyuntural, sino estructural. Requiere reformas legislativas, regulación efectiva, coordinación internacional y un modelo que anteponga el derecho a la salud frente a los intereses comerciales. La falta de medicamentos esenciales pone en peligro vidas humanas, debilita los sistemas de salud y agrava las desigualdades. Por ello, su solución no puede seguir esperando.