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  • Adicción a las apuestas online y juegos de azar

12 de June del 2025

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Los juegos de azar y las apuestas online

Los juegos de azar y de apuestas son actividades en las que una persona arriesga dinero u otros bienes de valor en un evento cuyo resultado depende principalmente del azar y no de la habilidad del jugador. Algunos ejemplos de juegos de apuestas son casinos, loterías, primitiva, euromillones, apuestas deportivas, bingo, máquinas tragaperras y casas de apuestas online, entre otros. Suelen generar una sensación de emoción y elevada excitación por la expectación de ganar dinero y enriquecerse. La realidad es que también pueden conducir a problemas financieros, adicción y deterioro en la vida personal y social cuando el juego se vuelve compulsivo o incontrolable.

“En los juegos de apuestas, el resultado de ganar o no depende del azar y no de la habilidad del jugador.”

Los juegos de azar y de apuestas pueden provocar graves daños en la salud. Es especialmente llamativo como pueden afectar negativamente a múltiples esferas de la vida y salud de una persona: salud financiera, salud mental, salud física y salud sociofamiliar. Además, estas consecuencias adversas provocadas por el juego pueden perdurar toda la vida y trascender a las siguientes generaciones, tanto transmitiendo un patrón de relación con el juego disfuncional como agotando el patrimonio familiar o traspasando deudas a la descendencia.

La situación jurídica de los juegos de azar varía de unos países a otros, aunque en España como en la mayoría de países son actividades legalizadas y reguladas. Si bien, esta legislación podría establecer medidas protectoras más estrictas para la prevención y reducción de daños. Algunas de estas medidas de protección, podrían ser: eliminar la publicidad de los juegos de azar, restringir el acceso a personas vulnerables o limitar la disponibilidad (horarios de apertura o tiempo conectado a la aplicación web).

 

¿Cuántos jugadores de azar y de apuestas hay?

Los estudios epidemiológicos estiman que casi la mitad de los adultos han participado de alguna forma en algún juego de apuestas en el último año. Aproximadamente un 5 % de las mujeres y un 10 % de los hombres exhiben un patrón de juego de riesgo. Esto supone que unos 450 millones de personas en el mundo son jugadores problemáticos o de alto riesgo. De ellos, 80 millones de adultos tienen un trastorno de juego patológico o ludopatía.

En el caso de los adolescentes, un 18 % de ellos han participado en el último año en alguna forma de juegos de azar o de apuestas. De entre ellos, un 10 % de los adolescentes ha apostado online, a pesar de que hay un acuerdo de prohibir el acceso a menores de edad a las plataformas de apuestas online.

Respecto a las diferencias de género, los varones presentan tasas más elevadas de juego patológico que las mujeres, aunque esta brecha podría estar estrechándose en los últimos años. A los hombres les gustan más los juegos de cartas (póker), las apuestas deportivas y las carreras de caballos (en hipódromos). Las mujeres tienen más predilección por el bingo y las máquinas tragaperras.

“La mitad de la población mundial participa en los juegos de apuestas o de azar.”

 

Juego problemático o juego de alto riesgo

Existe un paso intermedio entre el jugador ocasional y el jugador patológico, conocido como jugador problemático o jugador de alto riesgo. Estas personas no se puede considerar que hayan desarrollado una adicción al juego, como el jugador patológico, pero sí que, entre otras cosas, gastan más dinero del que tenían previsto. Un ejemplo común en España de juego problemático aparece en quienes gastan grandes sumas de dinero en la Lotería de Navidad. Aunque estas personas no tienen patrón persistente y recurrente de juego, ya que es posible que solo jueguen una vez al año, sí pueden experimentar algunas consecuencias negativas, como ver reducidos sus recursos disponibles para cubrir gastos esenciales del hogar o limitar las posibilidades económicas en situaciones extraordinarias, como las cenas de Navidad y Fin de Año.

Algunos aspectos que debemos observar para saber si el juego se nos ha ido de las manos son:

  1. Pérdida gradual del control sobre el juego.

  2. Incremento en la prioridad que se concede al juego, por encima de otros intereses vitales y actividades cotidianas, como reunirse con familiares y amigos o practicar deporte.

  3. Continuar jugando o apostando a pesar de sus consecuencias negativas.

La presencia de alguno de estos tres síntomas podría ser la antesala de una adicción al juego.

 

¿Qué personas están en riesgo de desarrollar una adicción a las apuestas online?

Son muchas las personas que pueden estar en riesgo de desarrollar una adicción al juego (anteriormente conocido como ludopatía). Además de los condicionantes genéticos, que se pueden inferir conociendo si ha habido familiares cercanos que han tenido problemas con el juego, existen también condicionantes sociales. Las personas que se encuentran en momentos difíciles o delicados de sus vidas, como haberse separado o enviudado recientemente tienen más riesgo. También las personas que acaban de jubilarse o que una lesión o enfermedad les mantiene de baja médica por largo tiempo.

Existen también factores sociales, como la pobreza, la discriminación social y el aislamiento que favorecen el desarrollo de una adicción de este tipo. El hecho de que en eventos deportivos haya una publicidad muy agresiva que promociona y normaliza las apuestas online en menores, especialmente adolescentes. En muchos casos, clubes deportivos de gran prestigio son patrocinados por casas de apuestas deportivas.

“Factores genéticos, ambientales, culturales y socioeconómicos pueden influir en la vulnerabilidad a desarrollar una ludopatía.”

 

Juego patológico (ludopatía)

El juego patológico, también conocido como ludopatía, es una enfermedad que se sitúa en la intersección entre los trastornos del control de los impulsos y los trastornos adictivos. Este diagnóstico se aplica a personas que presentan un patrón problemático y persistente de juego. Se caracteriza por la presencia de síntomas como la incapacidad de controlar el impulso de apostar, la necesidad de apostar cantidades crecientes de dinero y el uso del juego para aliviar el malestar emocional. A pesar de las consecuencias negativas en la vida personal, social, laboral y económica, la persona con ludopatía sigue apostando de forma excesiva y compulsiva.

Al igual que ocurre con otras adicciones, la ludopatía activa los circuitos de recompensa del cerebro, generando una respuesta placentera que refuerza la conducta y dificulta su abandono. Las personas que padecen este trastorno experimentan una creciente necesidad de jugar, acompañado de un deterioro progresivo en su capacidad para resistir la impulsividad y evitar las apuestas. Con el tiempo, el juego deja de ser una forma de entretenimiento y se convierte en una compulsión que genera ansiedad, estrés y problemas financieros y familiares.

Diversos factores contribuyen al desarrollo del juego patológico, incluyendo predisposición genética, alteraciones neurobiológicas, factores psicológicos como la impulsividad o la baja tolerancia a la frustración, y aspectos sociales como la accesibilidad y normalización del juego. Dada su complejidad, el tratamiento de la ludopatía requiere un enfoque integral que combine terapia psicológica, apoyo social y, en algunos casos, tratamiento farmacológico.

El reconocimiento del juego patológico como una enfermedad permite el acceso a tratamientos efectivos, que reducen las consecuencias negativas en el jugador y en su entorno. El término juego patológico ha reemplazado al de ludopatía, que tiene una carga estigmatizante sobre el presunto “ludópata”.

 

¿A cuántas personas afecta?

Aproximadamente un 1-2 % de la población sufre un Trastorno del juego. A lo que habría que sumar el número de familiares y amigos afectados colateralmente. Las pérdidas económicas de los jugadores más empedernidos suponen el 60% de las ganancias del sector (GREO Evidence Exchange, 2019), que se estimará llegará a los 700.000 millones de dólares en 2028.

El sector de los juegos de apuestas ha crecido muy rápidamente en los últimos años, principalmente impulsado por las casas de apuestas online que permiten a cualquier persona hacer apuestas cualquier día del año a cualquier hora del día desde cualquier lugar. Además, se han permitido campañas publicitarias muy agresivas dirigidas a poblaciones vulnerables, como a los jóvenes. Todo ello, hace muy previsible que las tasas de jugadores aumenten en los próximos años. Si aumenta el número de jugadores, aumentará el número de ludópatas, ya que uno de los principales factores de riesgo es la accesibilidad. Cuanto más accesible sea apostar, más personas sufrirán sus consecuencias.