04 de June del 2025

https://www.gob.mx/salud/prensa/136-ansiedad-puede-evolucionar-y-convertirse-en-

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés, miedo o presión. Sin embargo, cuando esta sensación se vuelve persistente y desproporcionada, puede convertirse en un trastorno que requiere atención médica especializada. Así lo advierten especialistas del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez” (INNNMVS), quienes destacan que este problema de salud mental afecta significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen.

Los síntomas del trastorno de ansiedad pueden variar desde taquicardia, mareos, sudoración, tensión muscular y adormecimiento de manos, hasta cambios de temperatura corporal, insomnio y dificultad para respirar. Estos signos, si no se tratan a tiempo, pueden intensificarse y generar complicaciones graves como depresión, consumo de sustancias, autolesiones o incluso pensamientos suicidas.

Uno de los mayores obstáculos para el tratamiento eficaz del trastorno es la creencia errónea de que los medicamentos psiquiátricos generan adicción. Los especialistas aclaran que, actualmente, estos fármacos son seguros, no causan dependencia y ayudan a restablecer el equilibrio de neurotransmisores como la serotonina, mejorando la respuesta emocional y reduciendo los síntomas.

Existen varios tipos de ansiedad: la generalizada, que involucra múltiples preocupaciones constantes; la social, relacionada con el temor a la crítica o evaluación negativa; y la ansiedad por separación. Además, los síntomas pueden manifestarse también en el sistema digestivo, dado que en el tracto gastrointestinal se produce gran parte de la serotonina del organismo. Esto explica la presencia de malestares como inflamación, gases y estreñimiento en personas con ansiedad.

Datos de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) y el INEGI revelan que en México el 19.3% de la población adulta presenta síntomas severos de ansiedad, mientras que más del 30% los experimenta en niveles leves o moderados.

El tratamiento integral del trastorno de ansiedad combina la terapia farmacológica con el acompañamiento psicológico. Además, es posible controlar una crisis mediante técnicas como la respiración profunda, ejercicios de relajación muscular y actividad física regular, lo que ayuda a reducir el enfoque en los pensamientos ansiosos.

Finalmente, los expertos subrayan la importancia de cuidar la salud mental desde la infancia, fomentando estilos de vida saludables, buen descanso, alimentación balanceada, actividad física y reducción del uso excesivo de tecnología. La familia y el entorno cercano juegan un papel crucial como red de apoyo, ayudando a niños, niñas y adultos a identificar sus emociones y gestionarlas adecuadamente, fortaleciendo así su bienestar emocional desde temprana edad.