02 de octubre del 2023

Antes que nada, cabe destacar que a pesar de que este es un fenómeno de sobras conocido, llegando a ser incluso bautizado en inglés como 'Beer Goggles' ('gafas de cerveza'), casi nunca ha sido tratado en la literatura académica. Un ejemplo de experimento es el realizado en 2008 por los 'Cazadores de Mitos', de Discovery Channel. Un show, en cualquier caso, dedicado a entretener y que a pesar de que contaba en sus filas con reputados expertos, cualquier conclusión carece de rigor científico.

En aquella ocasión, tres participantes puntuaron el atractivo de 30 hombres y mujeres, y después volvieron a hacerlo, primero, tras haber consumido algo de alcohol, y, finalmente, completamente ebrios. Los resultados de la prueba eran evidentes: el fenómeno era cierto. Todas las puntuaciones habían mejorado a medida que los niveles de alcohol en sangre aumentaban. El debate parecía enterrado.

Un estudio publicado a finales de este agosto por Molly Bowdring y Michael Sayette, de la Universidad de Pittsburgh, parece darle otro enfoque al mito y cuestiona todo lo que se daba por cierto. La metodología empleada en su experimento fue la siguiente: reclutaron a 18 parejas de amigos veinteañeros con el único requisito de que ya salieran con cierta frecuencia a tomar algo.

Después, las parejas estuvieron durante unos cuantos días sometiéndose a pruebas. La mayoría valoraban los efectos del alcohol en la percepción del atractivo, pero también eran utilizadas ciertas bebidas sin esta sustancia a modo de placebo.

Lo novedoso de esta investigación, aseguran los responsables, es el elemento de realismo con el que no contaban investigaciones previas. Resulta que en el experimento no sólo se les pidió a los hombres que calificaran el atractivo las mujeres según sus fotos, sino que se les indicó que podrían llegar a pasar tiempo con cuatro de sus favoritas para un estudio futuro, como si fuera una cita.

Al día siguiente, los que habían tomado el placebo fueron los embriagados y viceversa, y a la hora de puntuar a las candidatas se reveló que la mayoría calificaba con nota alta a las que el día anterior había escogido para la hipotética cita, hubieran estado o no bajo los efectos del alcohol.

¿El alcohol nos hace ver más atractiva a la gente?

Las conclusiones eran claras: Aunque el alcohol no afectó las calificaciones tradicionales, sí aumentó la probabilidad de elegir interactuar con otras personas más atractivas. Según explican los investigadores, futuros trabajos deberían incluir contextos más realistas y proporcionar una evaluación de los comportamientos de aproximación reales hacia objetivos atractivos.